El Entrenamiento de la Musculatura Inspiratoria. Influencia de la Intensidad de Ejercicio en los resultados obtenidos en personas sanas
El Entrenamiento Específico de la Musculatura Inspiratoria por parte de personas sanas se ha demostrado eficaz en la mejora del rendimiento físico en diferentes disciplinas deportivas, pero no se había realizado un estudio comparativo de los resultados del entrenamiento inspiratorio a diferentes niveles de intensidad. Enright y col. han publicado un estudio de estas características donde la población estudiada se ha dividido en 4 grupos, en los que variaba la intensidad del ejercicio de entrenamiento de la musculatura inspiratoria; entre los resultados obtenidos cabe destacar que el grupo que entrenaba a mayor intensidad era el que mayores beneficios obtenía, con aumentos
significativos de la Capacidad Vital, Capacidad Pulmonar Total, Capacidad de Trabajo, Potencia Externa Desarrollada, Presión Inspiratoria Máxima y Presión Inspiratoria Máxima Sostenida.
“En personas sanas la imposibilidad de mantener altos niveles de ventilación supone un factor limitante
de la capacidad aeróbica máxima, mientras que diferentes estudios han mostrado que el aparato respiratorio no se ve afectado significativamente en los ejercicios físicos habituales en los que se involucra una gran masa muscular; ello trae consigo una gran diferencia en cuanto al desarrollo de la musculatura respiratoria con respecto a la musculatura esquelética utilizada en el ejercicio, con un entrenamiento
muy limitado (y por tanto con mejoras muy limitadas) de los músculos respiratorios con respecto al resto
de musculatura activa.
Por ello el entrenamiento específico de la musculatura inspiratoria da lugar a diferentes cambios
cuantitativos entre los que podemos citar un Aumento del Volumen Pulmonar, Aumento del Grosor muscular del Diafragma y Aumento de la Capacidad de Trabajo en la población sana y moderadamente entrenada, así como un Aumento en el Rendimiento Físico en diferentes actividades deportivas como el Ciclismo, Remo, Natación, Carrera a Pie,… así como una Disminución de los Tiempos de Recuperación durante las actividades en las que se realizan sprints repetidos.
Los músculos inspiratorios son morfológica y funcionalmente músculos esqueléticos, por lo que su respuesta al entrenamiento debe ser igual a la de cualquier otro músculo locomotor, si se aplica
una carga fisiológica apropiada. Sin embargo existe cierta controversia en relación al modo e intensidad de entrenamiento que se necesita para dar lugar a mejoras en índices específicos de Función Pulmonar
y de Capacidad de Trabajo.
Generalmente la Teoría del Entrenamiento sugiere que la Mejora de la Fuerza muscular inspiratoria
puede obtenerse trabajando a intensidades del 80% – 90% de la Presión Inspiratoria Máxima (PIMax).
La mejora de la Fuerza-Resistencia (supone la Fuerza Máxima Efectiva que puede mantenerse) puede obtenerse cuando el entrenamiento se realiza a intensidades del 60% al 80% de la PIMax. Las mejoras de la Resistencia, Endurance o Fondo (habilidad para mantener una actividad dinámica durante un tiempo prolongado) se obtienen con entrenamiento a intensidades próximas al 60% de la PIMax, que es más o
menos la intensidad de ejercicio de la musculatura respiratoria cuando estamos realizando un ejercicio físico (que involucra a una importante masa muscular) de Alta Intensidad.
Con el objetivo de investigar la intensidad de entrenamiento respiratorio óptima necesaria para obtener mejoras significativas en Parámetros Pulmonares, Capacidad de Trabajo, Presiones Inspiratorias,… en personas sanas, Enright y col. realizaron un estudio que ha sido publicado en la revista Physical Therapy con el título Effect of Inspiratory Muscle Training Intensities on Pulmonary Function and Work Capacity in People Who Are Healthy: A Randomized Controlled Trial.
En dicho estudio han participado 40 jóvenes sanos con una media de edad de 21,7 años y que han sido distribuidos en 4 grupos de 10 personas que se diferenciaban entre ellos por la intensidad de entrenamiento de la musculatura inspiratoria; 1 grupo entrenaba a una intensidad del 80%, un segundo grupo realizaba el entrenamiento de la musculatura inspiratoria a niveles de intensidad del 60%, un tercer
grupo entrenaba a una intensidad del 40%, mientras que el cuarto grupo no realizaba ningún entrenamiento inspiratorio constituyendo el grupo control.
Tras 8 semanas de entrenamiento en los que se ejercitaban 3 días por semana a las intensidades ya citadas, obtuvieron los siguientes resultados:
:: Los participantes en los grupos de entrenamiento al 80%, 60% y 40% de intensidad, obtuvieron mejoras significativas en la Presión Inspiratoria Máxima (PIMax) y en la Presión Inspiratoria Máxima Sostenida
(PIMSostenida).
:: Los participantes que entrenaron al 80% y 60% de intensidad, mejoraron de forma significativa su Capacidad de Trabajo así como la Potencia Desarrollada.
:: Sólo los participantes que realizaron el entrenamiento de la musculatura inspiratoria en niveles de intensidad del 80% mejoraron la Capacidad Vital y la Capacidad Pulmonar Total.
:: Los participantes que formaban parte del Grupo Control (no realizaban entrenamiento inspiratorio)
no tuvieron mejora en ninguno de los parámetros estudiados.
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