EFECTOS DEL ENTRENAMIENTO DE LA MUSCULATURA
INSPIRATORIA DURANTE 10 SEMANAS EN EL RENDIMIENTO Y LA MOVILIDAD
DEL TREN INFERIOR EN PACIENTES CON ESCLEROSIS MULTIPLE
Lucind Pfalzer, PhD; Donna
Fry, PhD (Int J MS Care. 2011;13:32-42)
09
-11-2011
Los pacientes
con EM suelen presentar una debilidad muscular respiratoria
lo que genera un déficit de movilidad.
El objetivo de este estudio era examinar el efecto del
entrenamiento de la musculatura inspiratoria valorando el
resultado de 4 tests de rendimiento físico del tren
inferior en pacientes con EM.
Se reclutaron 39 pacientes con diferentes grados de incapacidad
y se dividieron en 2 grupos. El primer grupo (n=20) o grupo
de intervención, realizó un entrenamiento
en su lugar de residencia usando un aparato para el entrenamiento
de la musculatura inspiratoria (IMT). La rutina consistía
en realizar 3 series de 15 repeticiones durante 10-15’
diarios durante 10 semanas.
Los 19 pacientes restantes se incluían en el grupo
de control (n=19) los cuales no realizaron ningún
entrenamiento específico.
Se realizaron 2 mediciones. Antes y después del
periodo de entrenamiento.
Estas mediciones incluían tests de la función
pulmonar (PFT) en los cuales se medía la presión
Inspiratoria máxima (MIP) , Presión expiratoria
máxima (MEP) y ventilación voluntaria máxima
(MVV), además de Tests de movilidad y rendimiento
del tren inferior como tiempo empleado en caminar durante
6’(6MW), test de cambio de posición de sentado
a de pie(SST), test funcional de subir y bajar escaleras
(FST) y test de equilibrio (BAL).
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad del sistema
nervioso que afecta a la transmisión provocando una
pérdida de fuerza muscular. La musculatura inspiratoria
por tanto también se ve afectada (12 de cada 15 pacientes
de EM presentan una capacidad muscular reducida del diafragma)
lo que puede derivar en complicaciones mucho mayores. Esta
pérdida de la fuerza en la musculatura inspiratoria
se aprecia en pacientes con diferentes grados de EM desde
un grado leve o moderado de incapacidad hasta uno severo.
Lo realmente novedoso de este control experimental y pese
a que anteriormente se han realizado numerosos estudios
relacionados, es que nunca antes se había relacionado
la capacidad o rendimiento físico en relación
al entrenamiento de la musculatura inspiratoria y tampoco
en cuanto a la relación con el rendimiento del tren
inferior.
Resultados:
Tras el periodo de entrenamiento se constató un
incremento del 71.4% en la presión inspiratoria máxima
(MIP) dentro del grupo de intervención, mientras
que en el grupo de control se redujo en un 6.4%. La Presión
expiratoria máxima (MEP) aumentó un 21.0%
frente a una ganancia del 4.9% en el grupo de control. En
cuanto a la ventilación voluntaria máxima
(MVV) el aumento fue de un 9.0% comparado con una pérdida
del 0.2% en el grupo que no entrenó.
En cuanto a los tests de rendimiento físico del
tren inferior, las diferencias más significativas
se dieron en el test de equilibrio (BAL) donde en el grupo
de intervención se observó un aumento del
80.6% comparado con el 6.2% del grupo de control. En el
resto de medidas no hubo variaciones significativas.
Conclusión:
El entrenamiento durante 10 semanas supuso una mejora muy
significativa la fuerza de la musculatura inspiratoria.
El entrenamiento de la musculatura inspiratoria tiene un
impacto positivo en el equilibrio de los pacientes con discapacidad
leve a moderada, debido a que esta musculatura también
está implicada en la estabilización y fijación
del tronco.
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