5 minutos de Entrenamiento IMST mejoran la presión arterial y pueden estimular tu cerebro Conclusiones preliminares en torno al Entrenamiento de Fuerza de la Musculatura Inspiratoria (IMST) con POWERbreathe y su efecto sobre la salud
Se ha demostrado que cinco minutos de Entrenamiento de Fuerza de la Musculatura Inspiratoria bajan la presión arterial tanto como el ejercicio aeróbico y más que algunos medicamentos.
El entrenamiento pautado en el estudio es 30 repeticiones x cinco días a la semana con POWERbreathe.
El estudio respaldado por el Instituto Nacional de Envejecimiento de EE.UU sugiere que puede estimular la función cognitiva y el fitness.
¿Podría un entrenamiento de cinco minutos diarios, sin correr una zancada o levantar una sola pesa, reducir el riesgo de ataque al corazón, ayudarte a pensar con mayor claridad y estimular tu rendimiento deportivo?
La evidencia preliminar sugiere que sí puede.
Con una nueva subvención del Instituto Nacional del Envejecimiento, investigadores de la Universidad de Colorado, Boulder, han puesto en marcha un estudio clínico para aprender más sobre el ejercicio que presenta máxima eficacia en relación al tiempo invertido conocido como Entrenamiento de la Fuerza de la Musculatura Inspiratoria (IMST).
“Básicamente es un entrenamiento de la fuerza de los músculos con los que respiras”, explica Daniel Craighead, investigador postdoctoral del departamento de Fisiología Integrativa. “Es algo que puedes hacer rápidamente en casa o en la oficina, sin tener que cambiarte de ropa, y de momento parece que es muy beneficioso para bajar la presión arterial y posiblemente estimular el rendimiento físico y cognitivo.”
El IMST consiste en inspirar vigorosamente a través de un dispositivo portátil que provee resistencia. Imagina succionar fuertemente a través de un tubo que tira hacia atrás. En una fase inicial, pacientes con enfermedad pulmonar, realizaban un entrenamiento de 30 min. a baja resistencia para estimular la capacidad pulmonar.
En 2016, investigadores de la Universidad de Arizona publicaron un estudio en el que evaluaban si el entrenamiento a mayor resistencia consistente en tan solo 30 respiraciones diarias podría ayudar a sujetos con apnea obstructiva del sueño a descansar mejor, los cuales tienden a tener musculatura respiratoria débil.
Además de presentar un sueño más reparador y fortalecer el diafragma y otros músculos inspiratorios, los sujetos presentaron otros efectos inesperados: su presión sistólica descendió en 12 mmHg. Lo que es en torno al doble de lo que desciende el ejercicio aeróbico y más de lo que producen muchos medicamentos.
“Ahí es cuando nos interesamos” dice el profesor Doug Seals, director del Laboratorio Integrativo de Fisiología del Envejecimiento.
Seals señala que la presión arterial sistólica se eleva naturalmente a medida que las arterias se endurecen con la edad, provocando daño tisular y mayor riesgo de padecer infarto, sufrir deterioro cognitivo y daño renal.
Aunque se ha demostrado claramente que 30 minutos por día de ejercicio aeróbico reducen la presión arterial, tan sólo alrededor del 5 por ciento de los adultos cumplen ese mínimo, según el gobierno. Mientras que el 65 por ciento de los adultos de mediana edad tienen presión arterial sistólica alta.
«Nuestro objetivo es desarrollar intervenciones eficientes y basadas en la evidencia que esos adultos de mediana edad realmente realicen», dijo Seals, quien recientemente recibió una subvención de $450,000 para financiar un pequeño ensayo clínico de IMST que involucra a cerca de 50 sujetos. «Los datos preliminares son bastante emocionantes.»
Con cerca de la mitad de las pruebas realizadas, los investigadores han encontrado descensos significativos en la presión arterial y mejoras en la función de la arteria mayor entre los que realizaron IMST, sin hallar cambios en los que utilizaron un dispositivo de entrenamiento respiratorio simulado que entrenó a baja resistencia.
Hasta ahora, el grupo IMST también está dando mejores resultados en ciertas pruebas cognitivas y de memoria.
“Es algo que puedes hacer rápidamente en tu casa u oficina, sin tener que cambiarte de ropa, y hasta ahora parece que es muy beneficioso para bajar la presión arterial y posiblemente aumentar el rendimiento cognitivo y físico.» – Daniel Craighead
Cuando se les pidió hacer ejercicio hasta el agotamiento, también fueron capaces de permanecer en el tapiz rodante más tiempo y de mantener su frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno más bajos durante el ejercicio.
«Sospechamos que a medida que mejora la función de sus músculos respiratorios, no necesitan tanta sangre para trabajar y que la sangre puede redistribuirse a sus piernas para que haga más ejercicio», dijo Craighead.
Algunos ciclistas y corredores ya han comenzado a utilizar dispositivos de entrenamiento IMST para ganar competitividad. Pero Seals y Craighead enfatizan que sus hallazgos son preliminares, más investigación es necesaria y las personas curiosas deben preguntar a su médico antes de considerar IMST.
Dicho esto, con una alta tasa de adherencia al estudio (menos del 10 por ciento de los participantes abandonan) y sin efectos-secundarios reales, son optimistas. «La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular, que es la causa número uno de muerte en Estados Unidos», dijo Craighead. «Tener otra opción en la caja de herramientas para ayudar a evitarlo sería una verdadera victoria».
*Transcripción del artículo original de Lisa Marshall publicado en el boletín de la Universidad de Colorado CU Boulder Today
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